Para saber lo que se compra y, por lo tanto que se consume, se debe disponer de información y, aunque ésta se tenga, muchas veces llega en forma dispersa, incompleta o tergiversada. Por ello es importante plantearse a la hora de elegir un producto: ¿en qué condiciones humanas y laborales se manufacturan los productos? ¿Cómo afectan las plantas de producción al lugar donde se ubican?
Si se dispusiera de esta información, se podría agregar a los criterios que normalmente se utilizan para escoger entre las distintas opciones de un mismo producto, otros a los que otorgas valor, como por ejemplo, la responsabilidad medioambiental de fabricante. La incorporación de este nuevo parámetro es lo que se llama CONSUMO RESPONSABLE.
Un consumo consciente y responsable, orientado al fomento de actividades satisfactorias para las personas y compatibles con la conservación de la naturaleza, es una gran contribución social y ecológica, y un decisivo instrumento de presión frente al mercado.
El concepto de Consumo Responsable es muy amplio, sin embargo se puede sintetizar en tres bloques:
• Consumo Ético.
• Consumo Solidario.
• Consumo Ecológico.
Consumo Ético.
Es el que se ejerce cuando se valoran las opciones como más justas, solidarias o ecológicas y se consume de acuerdo con esos valores y no sólo en función del benefi cio personal. Desde el consumo ético se hace especial énfasis en la austeridad como valor, teniendo la capacidad de distinguir entre necesidades reales e impuestas y dándole más importancia a otras actividades que al hecho de consumir, organizándose, además, a nivel colectivo, y garantizando así a todas las personas la satisfacción de sus necesidades fundamentales.
La incorporación de estos valores en el consumo no tiene que disminuir el bienestar y la calidad de vida, más bien todo lo contrario. Se trata de cambiar los hábitos de consumo, optando por un modelo de bienestar y felicidad no basado en la posesión de bienes materiales. No es más feliz el que más tiene sino el que menos necesita.
Consumo Solidario
Significa consumir bienes o servicios que sirvan a las necesidades y deseos del consumidor, buscando su bienestar personal, promoviendo el bienestar de los trabajadores que elaboran, distribuyen y comercializan dicho producto o servicio, manteniendo el equilibrio de los ecosistemas y contribuyendo a la construcción de sociedades justas y solidarias.
En este caso se trata del consumo en el que se prefi eren los productos o servicios de la economía solidaria en vez de consumir aquellos que explotan a los trabajadores y afectan los ecosistemas. El consumo solidario también es practicado para contribuir a la creación de puestos de trabajo, garantizándo condiciones de vida dignas; para preservar el equilibrio de los ecosistemas y para mejorar el nivel de ingresos de todos los que participan de las redes solidarias, combatiendo, de este modo, la exclusión social y el daño ambiental.
Consumo Ecológico
El consumo ecológico incluye las tres erres del movimiento ecologista: Reducir, Reutilizar y Reciclar.
Cada uno debe responsabilizarse en sus compras de bienes y servicios y contemplar en sus procesos de decisión aspectos relacionados con la protección del medio ambiente y de los derechos humanos.
fuente: http://www.siss.cl/articles-8646_recurso_1.pdf
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