26 diciembre, 2010


“Molina está creando otro negocio con la basura”

Para el ecologista Jorge Malla se está creando un nuevo “negocio con la basura”. La reciente resolución emitida por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, que habilita a arrojar residuos en las tosqueras, es cuestionado por la comunidad. Las tosqueras son desde siempre ese lugar que se sacrifica para que otro tenga algo que hemos quitado. Pero además regularmente la situación en la provincia de Buenos Aires es algo parecido a un queso gruyere repleto de agujeros sin ningún tipo de tratamiento posterior. En este sentido en todos los municipios podemos encontrar tosqueras abandonadas pese al marco legal que las regula. Incluso se habla de tosqueras en actividad clandestinas cuando todo el mundo sabe que esto es imposible a la luz del movimiento que esto genera. Para describir esta situación basta observar que a lo largo de las rutas y muchas veces escondidas se encuentran enormes tosqueras abandonadas e inundadas.


En la traza del actual proyecto de la autovía Presidente Perón se platean al menos cuatro que luego se incluirán en la oferta recreativa que la misma dejaría a los municipios. Incluso se maneja la posibilidad de que una se haría en un campo privado que luego engrosaría el espejo de agua de un barrio cerrado. Hace unos días el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible de la Provincia de Buenos Aires (OPDS) acaba de emitir una resolución para que las canteras que se hallen en explotación o abandonadas puedan ser rellenadas con residuos inertes como escombros y todo otro residuo asimilable a sus características. El objetivo que se propuso esta, es lograr que las canteras no se conviertan en un peligro para la población y para el ambiente, ya que al rellenarlas con residuos inertes se logra su saneamiento y se evita cualquier tipo de peligro que esta pudiese ocasionar. En una de las versiones naif que se suma a las anteriores el titular de la cartera, José Molina, interpreta que “este es otro paso más en la protección del ambiente ya que las canteras al dejar de producir además de ser peligrosas para la población dañan el ambiente”. El organismo cita a los interesados a llevar adelante tareas de rellenos de canteras con residuos de poda o inertes deberán a presentar ante el mismo, el respectivo estudio de impacto ambiental según lo establece La Ley 11.723 , Ley Integral del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Sin embargo la actividad de canteras está regulado como una actividad minera y cuya injerencia no pertenece a dicho ente sino, a la Dirección Provincial de Minería.


La hectárea de cantera deja mucho dinero y reditúa a la empresa que la explota aproximadamente unos 2 millones de dólares la hectárea, por la tierra negra extraída y la tosca. La remediación planteada establece que la remediación se haría con basura, que además no excluye el debido control de la misma. Desde distintas organizaciones se plantea que en la situación actual del OPDS, no se tiene control ni capacidad para controlar los basurales a cielo abierto que inundan la provincia. Por lo tanto sospechan que las canteras encubrirían un potencial de contaminación.


El arrojar elementos de podas y otro tipos de basuras, en una tosquera inundada, sin las respectivas normas de seguridad que se exige a nivel internacional con respecto a la deposición final, va a traer, un impacto ambiental de envergadura donde puede estar comprometido las napas freáticas del cono urbano bonaerense” dijo Jorge Malla de la Comisión Ecológica de Ituzaingo. Además Malla se pregunta; ¿El CEAMSE, que cumple con todas las normas ISO en la deposición (membrana, captura de lixiviados, impermeabilización del suelo) podrá competir en costos, contra una tosquera que no tiene ningún tipo de protección?
 
fuente: http://www.medioymedio.com.ar/nacionales/2711-molina-esta-creando-otro-negocio-con-la-basura.html

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