Esta vez, fueron más: 43 modelos reales se subieron a la pasarela de Clarín Mujer en Buenos Aires Alta Moda, en el Sheraton Hotel. Mujeres destacadas, con estilo, que se animaron a desfilar ante 700 invitados y lectoras del suplemento. La segunda edición de este original desfile (Clarín Mujer es el único medio que lo hace) superó todas las expectativas. Propias y ajenas. Lejos de sentir miedo y pudor, hubo entusiasmo, alegría y hasta cierto orgullo por sentirse convocadas. En ese punto, la propuesta cumplió su objetivo: jerarquizar la autoestima, el respeto por lo que cada una es, y mostrar una moda más real, auténtica.
Luego de la presentación de María Laura Santillán, a cargo de la conducción, aparecieron las protagonistas, todas enfundadas en tonos nude, el color de moda. Candela Cibrián, sobrina de Pepito y estrella de “Drácula, el Musical” desfiló cantando con un vestido largo con corset. Después fue el turno de Andrea Alvárez, la primera baterista mujer, con su característico look afro y unos leggings de cuerina. Su colega Agustina Mosca, música callejera, impactó tocando un instrumento musical aborigen originario de Australia, el didgeridoo. Otra artista en pasarela fue Andrea Merenzón, fagotista e integrante de la orquesta filarmónica del Teatro Colón desde 1987.
También participaron las doctoras Susana Reznik, creadora de un método para dejar de fumar; Rosario Bergadá, socióloga y directora de la Fundación de Endocrinología infantil, responsable de la campaña “Una sola gota de sangre puede prevenir un mar de lágrimas”; Astrid Margossian, una de las principales mastólogas e investigadoras sobre el cáncer de mama en el país y Priscilla Dzigciot, a cargo de un centro integral para la mujer.
Ana María Bovo, narradora, actriz y dramaturga, y la bailarina clásica Patricia Baca Urquiza, esposa de Maximiliano Guerra, fueron otras de las figuras que se sumaron a la propuesta, al igual que la emprendedora Maia Chacra, que se dedica al negocio del té, y la conductora Dolores Cahen d’ Anvers, toda de brillos.
El deporte estuvo representado por Desireé Estevez Axelsen, campeona de regatas, y la deco por Susana Villaverde que participó en más de 15 ediciones de Casa Foa.
El arte tuvo varias representantes. Antonia Guzmán, vestida por Sylvie Burstin, Nora Iniesta que desfiló con una bandera argentina y Sofia Sarkany, hija de Ricky, con un vestido pintado por ella.
La moda y el diseño fue un plato fuerte. Esta vez, las diseñadoras fueron sus propias modelos: Cynthia Kern, de Kosiuko; Mariana Dappiano, Natalia Antolín, Min Agostini, Amalia Amoedo, de Beleidades, Adriana Costantini, Mónica Socolovsky, de Sathya, Adriana Costantini y Evangelina Bomparola. También fueron de la partida la ex modelo Paula Colombini, hoy al frente de un micro-emprendimiento fashion, Miriam Testorelli, cuarta generación de joyeros, Tamara García Selvood, coolhunting, Ellie Motolo, creadora de un blog de moda “para gente real” y Patricia Sánchez, productora de Allegramoda.
Algunas mujeres sorprendieron con sus acting sobre la pasarela. Inés Bertón regaló tés, la ambientadora Gloria César llevó luces en su peinado y revoleó minilinternas, y Angie Ferrazzini, del mercado ecológico “Sabe la tierra”, repartió semillas. Marina Beltrame, la primera sommelier de la Argentina, desfiló, nobleza obliga, con una copa de vino. La cocinera sexy de la tevé, Jimena Monteverde, llevó una bandeja con cupcakes. Silvina Vicente, directora de Ak Estilo Urbano, repartió su publicación de formato pocket.
Las que desfilaron con sus hijas fueron María Claudia Pedrayes, directora de una consultora boutique y Marisela Oberto, del Centro Cultural Recoleta.
Mujeres comprometidas con los temas sociales tampoco faltaron e impactaron a las lectoras que asistieron al desfile. Nina Brugomarco, especialista en derechos humanos, abogada laboralista y feminista. Mónica Pinelli, directora de una escuela en Los Polvorines. Gabriela Hoch, presidenta y co-fundadora de Vital Voices, una fundación que fomenta el liderazgo femenino. Pero sin dudas, el momento más fuerte de la tarde fue la presencia de Susana Trimarco, quien buscando a su hija logró rescatar más de 150 víctimas de las redes de prostitución. Misión cumplida.
Clarin.com
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