10 diciembre, 2010


Fondo VERDE contra el Cambio Climatico en Cancun

Réplicas de la Torre Eiffel, el Cristo del Corcovado, la Estatua de la Libertad, el Taj Mahal de Agra y la Opera de Sidney semisumergidas en las aguas turquesa de la playa de la Riviera Maya, apenas a unos metros del majestuoso hotel Moon Palace donde se realiza la 16 cumbre de cambio climático. Fueron plantadas por activistas de Greenpeace para graficar las graves consecuencias de no alcanzar un acuerdo entre las 193 naciones aquí presentes.


Dentro del centro de convenciones ayer había un poco más de optimismo. Varias fuentes diplomáticas aseguran que se está avanzando en cuatro puntos básicos. El primero es la creación del llamado Fondo Verde, unos 100.000 millones de dólares destinados a compensar a los países más pobres para que adapten sus economías a industrias menos contaminantes. Ya estarían comprometidos entre 20.000 y 30.000 millones de dólares para los dos próximos años. También se logró un acuerdo para detener la deforestación y la degradación de los suelos. Este era un tema que estaba casi cerrado en la cumbre del año pasado en Copenhague pero que se diluyó dentro del caos generalizado. También habría un acuerdo básico para extender el Protocolo de Kioto que compromete a las potencias a recortar sus emisiones de gases contaminantes más allá del 2012, que es cuando expira. Japón había dicho que no estaba dispuesto a volver a firmar si Estados Unidos y China no lo hacían. La secretaria de Medio Ambiente de Brasil, Izabella Teixeira, confirmó ayer que se estaba trabajando en un segundo período de extensión del acuerdo. Y por último, China dejó entrever que estaría dispuesta a permitir una revisión internacional de sus emisiones de dióxido de carbono que provocan el efecto invernadero. Hasta ahora, el gobierno de Beijing se negaba rotundamente a dar cuenta al mundo a pesar de ser el mayor contaminante del planeta junto a Estados Unidos.

De confirmarse en los papeles, esta nueva posición china será la gran sorpresa de esta cumbre. Y se está consiguiendo gracias a la mediación del ministro de Medio Ambiente de la India, Jairam Ramesh, que acercó las posiciones y buscó consensos también con Estados Unidos. Ted Stern, el negociador estadounidense había dicho que no iba a apoyar ningún tipo de acuerdo para financiación o deforestación si no se avanzaba también en la verificación internacional de las emisiones. La posición de China era hasta ahora compartida por India y Brasil y es posible que haya un acuerdo global que incluya a todos los países del llamado BRIC, junto a Rusia.

En tanto, se suceden los informes catastróficos. El crecimiento de América Latina estará condicionado por el cambio climático y el costo de la falta de reducción de emisiones de gases que causan el calentamiento del planeta será del 1% del Producto Bruto Interno, aseguró ayer la CEPAL. “El impacto es creciente y los costos se notarán, particularmente, en la segunda mitad del siglo”, explicó Luis Miguel Galindo, el encargado de medio ambiente de la comisión económica latinoamericana. Y advirtió que para que mejore la situación “va a tener que haber una revolución industrial que modifique los patrones de producción, distribución y consumo. En la región tendríamos que llegar a mitad de siglo con la producción anual de sólo dos toneladas per cápita de emisiones de CO2 y esto significa modificar los patrones de producción, distribución y consumo”.

Ante esto, el presidente Rafael Correa, el primer presidente de la región en hablar en la cumbre, pidió un acuerdo que compense a los más necesitados del planeta. “Cuando termine la conferencia tendremos que rendir cuentas a nuestros hijos, a millones de refugiados ambientales y a los que están sufriendo las inundaciones en nuestra región, como en Colombia y Venezuela”, lanzó Correa con el énfasis que lo caracteriza.

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