El ingeniero Marcos Pinzón, coordinador de la Red de Ozono para América latina y el Caribe, se preocupa de recordarlo, al tiempo que aclara que "no tenemos que dormirnos en los laureles, porque a pesar de que los países desarrollados ya cesaron la producción y el consumo de sustancias agotadoras del ozono, todavía queda mucho por hacer".
-¿Por qué sigue creciendo el agujero de ozono?
-Bueno, a pesar de que las naciones desarrolladas ya detuvieron la producción de sustancias agotadoras nosotros (los latinoamericanos) todavía tenemos permitido consumirlas hasta 2015. Además, hay otras sustancias, que no se cuentan entre las principales, que seguirán consumiéndose hasta 2040 o 2050. El tema no ha perdido vigencia, estamos a mitad de camino.
-¿Desde ahora hasta 2015 no se puede hacer nada?
-Es que no se puede desbaratar así nomás sectores económicos muy importantes, como el de la refrigeración, por ejemplo. Eso tiene un costo y esos cambios no se pueden hacer de la noche a la mañana. Los científicos han calculado que la recuperación, siempre y cuando se cumpla con los protocolos internacionales, será hacia la década de 2040, 2050.
-¿Es posible prever la evolución futura del agujero de ozono?
-Es algo así como predecir el clima, nunca se puede tener una seguridad absoluta. Hace pocos días, por ejemplo, se han registrado concentraciones muy bajas, de alrededor de 150 unidades Dobson, cuando el año último por esta fecha alcanzaban las 210 unidades. Tal vez esto esté ocurriendo porque, como este año empezaron los controles para nuestros países, se hayan consumido más CFC´s el año último, lo que finalmente resultó en un incremento del agujero.
-La Argentina es un país particularmente vulnerable. ¿Qué tipo de riesgos pueden esperarse de la exposición a la luz solar sin el filtro de la capa de ozono?
-Los científicos han demostrado que un aumento de la radiación ultravioleta B afecta a cualquier ser vivo. Estudios del Ministerio del Medio Ambiente de Canadá estiman que una destrucción sostenida del 10% en la capa de ozono llevaría a un aumento del 26% de los cánceres de piel de tipo no melanoma. Y eso se traduce en unos 300.000 casos nuevos por año en el mundo. Esta disminución del ozono también podría provocar unos dos millones de casos nuevos de cataratas.
-Dado que los países están limitando espontáneamente el uso de CFC´s, ¿las perspectivas son alentadoras?
-Tal vez, pero no hay que celebrar porque todavía falta la mitad del camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario