20 febrero, 2011


Comer Sano y Divertido (LN)

Los restaurantes ecológicos son verdaderos protagonistas a la hora de pensar en una vida más verde. Lejos de los mitos que asocian la comida orgánica con lo monótono, los menúes van mucho más allá de las ensaladas y los jugos naturales

"Lo orgánico es lo más, todo es un alimento genuino, es lo que dice ser", se entusiasma la bio cocinera María Calzada, miembro fundador de MAPO y dueña de El Rincón Orgánico, que conjuga en una esquina de Palermo el almacén, el BioBar y un servicio de delivery.

Dentro de una tendencia que crece, Calzada distingue cuatro tipos de consumidores de lo orgánico: el cautivo, que es el consumidor consciente. Otro es el que acude por temas de salud. "Bajó su nivel de alergia consumiendo productos orgánicos. Tengo personas con diferentes enfermedades que notaron un cambio", explica Calzada. El gourmet que vivió en el campo y reconoce un buen huevo, una buena manteca, una buena leche. "Y el consumidor nuevo es como un bebe recién nacido, hay que cuidarlo bien, informarle", agrega.

"El primer consejo que daría es probar cosas diferentes, animarse. Hoy hay todo tipo de restaurantes y hay que pensar que la comida no tiene menos gusto por ser más natural. Es una buena experiencia conocer una fruta y una verdura en su estado natural, conocer nuevos gustos, nuevas texturas", propone Lorena Tenuta, fundadora con Bárbara Vespa de Almacén Verde, sitio con información sobre productos y servicios ecológicos.
 
Para Carrara es muy importante tomar conciencia de la alimentación. En su restaurante se cocina con harina que producen con un molino de piedra. "Es un molino especial, hace una harina espectacular, realmente integral. Sin duda, el mejor seguro de salud es cuidarse en las comidas", asegura.

"La gran explosión a nivel alimentación es la sin cocción, manteniendo las cualidades nutricionales", anuncia Ansaldo, que asegura además que el mercado de lo orgánico ya está más establecido.

"Todos se están dando cuenta de que es más que una moda: hay una necesidad de cambiar. Los emprendimientos tienen una mirada global, buscan usar lámparas de bajo consumo, no tener utensilios descartables, no usar agua por demás", cuenta Tenuta.

Salir a comer es un programa bastante habitual en la Argentina y la oferta gastronómica es tan variada y dinámica que las opciones alcanzan a casi todos los gustos y bolsillos.

"Somos un país muy importante en producción orgánica a nivel mundial, estamos en el segundo lugar de hectáreas orgánicas certificadas. Sin embargo, sólo el 2% de la producción nacional se consume acá", ilustra Verónica Contreras, encargada de Comunicación del Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO).

"El problema de los restaurantes tradicionales es que no cuiden la calidad de la materia prima, la limpieza y que en los procesos de producción no sean conscientes de lo que hacen con los alimentos", explica Carolina Martínez, coordinadora del Directorio Verde, guía de información de productos y servicios sustentables.

"Los restaurantes convencionales usan grasas animales y vegetales que son perjudiciales para la salud", detalla Alexis Ansaldo, uno de los fundadores de la consultora Organicoopers, que desarrolló el Mapa verde de Argentina.

Una premisa fundamental de los restaurantes orgánicos es respetar las épocas de cosecha de cada alimento. Para Claudia Carrara, una de las dueñas del restaurante Bio, "no es tan fácil ser orgánico porque ahora, por ejemplo, hay mucho tomate porque es verano, pero después viene el invierno y no hay más tomates; tengo brócoli y espinaca, y cocino con eso. Ahora, sólo la gente que está muy consciente y que sabe muy bien de qué se tratan los productos orgánicos entiende y acepta esto".

Otro tema para tener en cuenta es el packaging de los alimentos. "Una meta que tenemos para los próximos años es tener packaging biodegradable, algo que no existe hoy en la Argentina", cuenta el venezolano Juan Pablo Dulanto, dueño de Pura Vida, bar de jugos, licuados, ensaladas, sándwiches: "Comida rápida, pero sana. Estamos aguardando que el mercado de acá se desarrolle y haya más opciones de packaging biodegradable hecho a base de maíz y soja", dice esperanzado.

AGENDA

Averiguar qué restaurantes ecológicos hay en el mercado. Para eso se puede consultar en Almacén Verde, Directorio Verde o el Mapa verde de Organicoopers.

Informarse sobre el origen de los alimentos que se consumen en los restaurantes.

Tener en cuenta la comida que venden los restaurantes orgánicos para llevar.

Leer las etiquetas de los alimentos. Aunque no sean orgánicos pueden no tener aditivos y eso es un paso más hacia una vida más verde.

.Hay establecimientos que, pese a no tener certificación orgánica, producen de manera responsable con el planeta.

Ser pacientes y entender que no todas las frutas y verduras están disponibles en cualquier momento del año.

Si uno quiere conocer las reglamentaciones de producción orgánica, www.produccion-animal.com.ar/produccion_organica_y_trazabilidad/26-certificacion_organica_normas.pdf

Recordar que lo orgánico es un modo de producción, por lo que la comida orgánica puede ser muy variada.

Luján Francos
www.lanacion.com.ar
Edicion Impresa La Nacion








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